En función del tipo de deporte que se practique, la
frecuencia, la intensidad y la personalidad del deportista, encontramos unos u
otros efectos sobre las personas.
Por este motivo, siempre es conveniente que
cuando alguien se plantee realizar una actividad física, del tipo que sea,
consulte con un profesional que pueda asesorarle sobre el tipo de ejercicio más
adecuado según sus características y objetivos.
Además, en ocasiones se hace ejercicio sin controlar la
frecuencia y la intensidad. Esto puede acabar en lesiones o fatiga excesiva que
al final pueden provocar el abandono de la actividad.
Este tipo de actividad provoca la reducción de los síntomas
de depresión y ansiedad, además que Analgesia
o aumento del umbral del dolor, mejora de la autoestima, disminuye la degeneración neuronal.
KEVIN VÀZQUEZ
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