El príncipe Harry y Meghan Markle oficializaron en última instancia, el
miércoles 8 de enero, su renuncia a los títulos que les corresponde como
herederos de la Familia Real Británica. Pese a que no se
conocen exactamente los motivos que llevaron a los duques de Sussex a tomar esta drástica decisión, lo
cierto es que esto no hace sino avivar los rumores de conflicto que existiría
entre la joven pareja con el resto de integrantes de la realeza de dicho país,
en especial con la Reina Isabel II.
“Luego de muchos meses de reflexión y discusiones
internas, hemos decidido hacer una transición este año y comenzar a tallar
progresivamente nuestro nuevo rol en esta institución (la realeza británica). Tenemos la intención de dar un paso atrás
como miembros de la Familia Real y trabajar para ser financieramente
independientes”, se lee en el
comunicado.
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