jueves, 16 de febrero de 2017

Coleccionistas de autos: historias de amistad y grandes pasiones






¿Se puede sentir amor por un auto?

En los países de Occidente, como el nuestro, el amor se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, dando como resultado una serie de actividades, emociones y experiencias placenteras, tal como lo estipulaba Eric Fromm en su libro “The Art of Loving”.

 Para los mexicanos, las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles.

En ciudades cosmopolitas como Guadalajara, Puebla u otras de la república mexicana, es común encontrar historias que demuestran que el amor hacia los autos existe.

Tal es el caso de Adolfo Ponce de León Arteaga, un ingeniero mecánico y economista de 63 años de edad, que hoy es vicepresidente de la Asociación de Autos Deportivos y Recreativos de la FMA. Su pasión por los autos comenzó en 1952 cuando corrió coches pony 3 y karts, desde entonces, comenta, se dio cuenta que cuando arrancas un motor, descubres a un fiel compañero, a un amigo que te llevará a donde quieras y aguardará por ti hasta que un nuevo camino aparezca.

Sus dos joyas son un Chrysler Imperial South Tampton 1956 (uno de los pocos de México) y un Plymouth 1941 (que fue su primer auto), este último es hoy un super deluxe convertible, pero cuando lo compró, estaba en pésimas condiciones.

 Hoy en día se realizan exposiciones y ferias del auto en prácticamente todo el país: Chiapas, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Morelos, Veracruz, Estado de México, Jalisco, Coahuila, Hidalgo, Nuevo León, pero quizá una de las más antiguas sea el Gran Salón del Auto Antiguo organizado por la Asociación Mexicana del Automóvil Antiguo de Puebla, que va este año por su edición XXXV”.

Para Xavier Mondragón Quintana, un poblano de tan sólo 36 años, el ser coleccionista de autos significa la nostalgia de vivir y disfrutar el pasado sin perderse la oportunidad del presente.

 Ahora que no todo es miel sobre hojuelas, en Guadalajara, Francisco Muñoz Brambila, nos comenta que este hobbie puede generar cierto aislamiento, pues el coleccionista pone su corazón y se entrega
por completo a esta pasión: “No es sólo tenerlos, es conocer todo lo que hay alrededor de ellos, es en muchos sentidos sacrificar una vida cotidiana para invertir tiempo, dinero y esfuerzo en los autos. Es un hobbie costoso, pues para darle servicio, restaurar o modificar algo en ellos, siempre será necesario dinero. Coleccionar un auto es una gran responsabilidad”.


1 comentario:

  1. hola,llegue a esta pagina buscando algun coleccionista que le pueda interesar una maquina antigua de limpiar y probar bujias marca AC-DELCO de los años 65,mi correo es:cambeirocarlos@gmail.com.uy

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