Marcos y Esperanza asisten con sus papás, cada uno por separado a un
partido de América vs Pumas en el Estadio Azteca en 1993. Durante el partido,
se pierden y deambulan solos por el estadio.
Un vigilante lleva a Esperanza
al túnel 30 donde
está Marcos en la misma situación, se sienta junto a él y pasan el partido platicando, después de un rato, se
descubren enamorados, están seguros que es el destino, al separase, hacen la
promesa de volverse a ver.
En 2016, Marcos vive en México, lo acaban de correr de su trabajo y vive solo,
mientras que Esperanza, vive en San Cristobal de las Casas y está comprometida,
sin embargo, está segura de que no es el indicado.
Después de un día difícil, diferentes razones los llevan a ver un
partido de fútbol, en el previo, muestran una semblanza de aquel partido del
´93, en ella se reconocen a sí mismos de niños, ambos ven ahí su única
oportunidad de ser felices, así que deciden irse a buscar.
Marcos viaja a San Cristobal para poder ver a Esperanza, al
reencontrarse, juntos pasan los mejores momentos de su vida, sin embargo, una
situación del destino logra separarlos, haciendo que cada uno siga su camino. Sin embargo se irán dando cuenta
que su amor es tan fuerte que no podrán estar el uno sin el otro, ahora tendrán
que encontrarse nuevamente.
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