El Taekwondo es una de las
artes marciales tradicionales de Corea más metódica y científica, que enseña no
sólo las habilidades físicas de pelea.
Una disciplina que muestra
formas de realzar nuestro espíritu y nuestra vida a través del
entrenamiento de nuestro cuerpo y mente.
Actualmente, se ha
convertido en un deporte global, que ha ganado reputación internacional y se
encuentra entre los deportes oficiales de los Juegos Olímpicos.
Cuando se práctica
Taekwondo, debe tener su mente en paz, sincronizar su mente con sus movimientos
y extender esta armonía a su vida y a su sociedad. Así es cómo en el Taekwondo
el principio de movimientos físicos, el principio del entrenamiento de la mente
y el principio de la vida se convierten en uno solo e igual.
La práctica y el
entrenamiento del Taekwondo ayuda en el desarrollo personal, tanto en la progreso
físico como en la espiritual, desde el hombre individual hasta abarcar incluso
su entorno social, adquiriendo por sobre todo la cultura del respeto y el
crecimiento permanente.
A quienes deciden adoptar la
práctica a su vida cotidiana, les brinda la posibilidad de superación
constantemente, puesto que el sentido del progreso evolutivo es propuesto desde
el inicio mismo del contacto con el arte.
En los niños,
particularmente beneficia en su concentración y la disciplina, creando
hábitos que ayudarán al niño en sus estudios y tareas.
Fomenta el respeto y la educación, haciendo que el
niño/a sea más comprensivo, tenga mejor control personal y cree actitudes
positivas hacia los demás.
La conquista de la confianza y seguridad en sí mismo hará
que el niño/a se sienta seguro y con confianza de sus posibilidades en
distintas situaciones de su vida cotidiana.
Mejora de su forma física, ofreciendo a su cuerpo
resistencia, incremento de energía, flexibilidad, reflejos y motricidad, que mejorarán su estado físico
y favorecerán a su desarrollo.
KEVIN VÀZQUEZ
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