Resistente al agua: Si planeas nadar o realizar actividades físicas intensas que te hagan sudar, elige un protector solar resistente al agua para garantizar una protección duradera. Ten en cuenta que ninguna forma de protección solar es completamente resistente al agua, por lo que es importante volver a aplicarlo después de un tiempo o después de salir del agua.
Textura y formulación: Opta por una textura y formulación que se adapten a tus preferencias y necesidades. Los protectores solares vienen en diferentes formas, como lociones, cremas, geles, aerosoles, entre otros. Si tienes la piel sensible, o padeces alguna afección, lo mejor será que solicites una recomendación de tu dermatólogo de confianza.
Tipo de piel: Considera tu tipo de piel al elegir un protector solar. Si tienes la piel seca, es posible que prefieras una fórmula hidratante o en crema. De igual manera se recomienda consultar con tu dermatólogo en estos casos.
Fecha de caducidad: Revisa la fecha de caducidad del producto y asegúrate de adquirir un protector solar que esté en buen estado y dentro de su período de vida útil.
Busca una opción de amplio espectro: Es importante buscar un protector solar de amplio espectro, lo que significa que protege contra los rayos UVA y UVB. Aplique el producto de protección solar de amplio espectro y resistente al agua con un FPS de 30 o superior en toda la piel que no esté cubierta por la ropa.
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