Los celos pueden servirnos como señales de advertencia. A veces nuestra
intuición es correcta, pero si los celos son recurrentes en tus relaciones,
puede ser una mala señal.
Los celos surgen de una crisis de confianza y tienen 3 fuentes:
Proyección: Quizás has estado muy coqueto (a) con alguien más. El problema
empieza cuando acusas a tu pareja, con la intención de distraerlo (a) de tu
comportamiento.
Ejemplo – “Salí con el Kevin porque tu ni me sacas”.
Protección: Sientes que tu pareja coquetea demasiado con alguien que está
comprometido. Lo mejor (en vez de enojarte) es hablar con tu pareja sobre tus
sentimientos y qué los está causando.
Ejemplo – “Britany, tenemos que hablar”.
Competencia: Esta surge cuando tenemos expectativas muy altas de nosotros
mismos y nos comparamos con personas que hacen las cosas mejor.
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