¿Alguna vez creíste escuchar una notificación de tu celular pero cuando lo
revisaste no había nada?
No estás alucinando, se trata de un fenómeno conocido como “sonido
fantasma”: una mala interpretación que hace tu cerebro de los estímulos
externos.
A nuestro cerebro le gusta reconocer patrones. Si considera que algo está
incompleto, intenta llenar los espacios faltantes, y para hacerlo, utiliza
imágenes, sonidos o sensaciones que le son familiares.
Los tonos de notificación tienen sonidos muy simples que aparecen
fácilmente en la vida diaria.
Cuando escuchamos algunas notas parecidas al tono que usamos, tu cerebro
las identifica como parte de un todo. Resultado: te hace creer que escuchaste
tu celular.
Pero, en realidad, es solo tu cerebro impaciente por rellenar espacios.
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