En el horror, existe algo que la
psicología suele llamar “uncanny” o siniestro: Algo tan familiar que es reconocible
pero tan raro que produce escalofríos.
Los payasos tienen tantas
distorsiones (nariz roja, cara blanca, sonrisa pintada, etc.) que es fácil que
alguna de ellas sea percibida como lo siniestro.
Dependiendo de las experiencias de
cada persona, un payaso puede pasar de ser familiar a volverse siniestro… y si
la experiencia además es traumática, puede devenir en una fobia que terminará
reforzando la percepción de que todos los payasos son siniestros.
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