Usar
nombres propios en vez de números evita la confusión y facilita la divulgación
de las alertas.
El
listado de nombres para los ciclones fue creado en 1953 por el Centro Nacional
de Huracanes de E.U. y se ha usado como estándar para las listas de todo el
mundo.
En
1953 era una norma que los huracanes llevaran nombres de mujer porque los
meteorólogos del ejército de E.U les ponían el nombre de sus: Amantes, esposas
o madres.
Los
nombres se reciclan cada 6 años pero los nombres de huracanes más devastadores
no se usan por un tiempo, como el Huracán Katrina, que dejó 2000 muertos en
Nueva Orleans.
Según
un estudio, los huracanes con nombre de mujer mataban a más personas porque “se
toman menos en serio” que los huracanes con nombre de hombre.
Por
eso, no hay que subestimar a los huracanes como quiera que se llamen.
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