martes, 24 de octubre de 2017

SER TACAÑO (EXTRAÑAMENTE) TAMBIÉN PROPORCIONA SALUD Y FELICIDAD


Todos conocemos a alguien que a la hora de tomar algo prefiere pagar sólo su consumición y no dividir el gasto en partes iguales. Un comportamiento que no lo hace más infeliz... de hecho, en muchas ocasiones las personas que menos derrochan son las que más triunfos acaban consiguiendo en la vida.

VENTAJAS DE LA TACAÑERÍA

Se ha comprobado que aquellos considerados como tacaños pueden llegar a prosperar y conseguir metas de forma mucho más fácil y rápida que quien tiene el hábito de gastar más alegremente.

El tacaño no tiene prisa en conseguir su objetivo, que suelen fijar a medio o largo plazo, mientras que un malgastador necesita invertir más para conseguir que los beneficios lleguen a corto plazo, algo que en la mayoría de ocasiones provoca que se conviertan en negocios fallidos.

El tacaño gasta menos dinero, pero lo invierte adquiriendo aquello que le es realmente preciso. 

Una persona a la que no le gusta malgastar compra menos ropa, pero cuando lo hace ésta suele ser de mayor calidad -aunque sea en alguna rebaja o tienda de saldos-. 

EFECTOS EN LA SALUD

No hay estudios específicos que puedan demostrar que ser  Tácano  tenga una influencia en una menor esperanza de vida. 

Un estudio realizado con 140 individuos  por la Nottingham University Business School se llegó a la conclusión de que las personas que se declararon como ‘tacañas’ destacaban por tener unos hábitos de consumo saludables, hacer un mejor uso de los ahorros, no dejarse influenciar fácilmente a la hora de comprar e invertir y, en definitiva, en gastar dinero de un modo más racional y menos lucrativo.

Concluía que  un tacaño -que no lo sea patológico- no le hace infeliz gastar dinero; lo único que hace es gastar menos, y lo hace de una manera más responsable y eficaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario