Todos sabemos que las personas tenemos un olfato pobre en comparación a
otros animales como los perros, sin embargo, eso es más mito que otra cosa.
El mito surgió en el siglo XIX después de que Paul Broca (neurocirujano
francés) introdujera la noción de que el bulbo olfatorio es más pequeño en
personas que en animales.
El bulbo es la parte del cerebro que procesa los olores.
Pero el número de neuronas olfativas siempre es igual en todos los
mamíferos y no existe una relación entre el número de estas neuronas y la
sensibilidad para oler.
El sistema olfatorio es excelente en las personas, pero depende de cómo lo
midas.
Los perros son mejores para olfatear orinas, y las personas son mejores
para distinguir los aromas de un buen vino.
Y en realidad las personas pueden diferenciar 1 billón de aromas distintos…
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