Poner en
práctica algunas iniciativas que te ayuden a conseguir que la hora de irse a la
cama se convierta en algo agradable, y no en una lucha continua.
1. Decide una hora para acostarse y
establece una rutina:
Comunica al niño la hora a la que quieres que se acueste y ayúdale a entender
que ese momento llega al final de una rutina habitual.
2. Incorpora una actividad de ocio que puedan compartir: Es necesario establecer un tiempo de juego compartido de esta forma, el niño sabe que tendrá este tiempo contigo, y no desarrollará un comportamiento rebelde.
3. Decide cuándo terminar la rutina: Si no pones firmeza y decisión en cuándo acabar la rutina y apagar la luz, ésta puede convertirse en algo cansado o interminable.
4. Crea una rutina agradable y segura para tu hijo
Coloca junto
a la cama del niño aquello que le ofrezca seguridad: Su peluche, camión,
muñeca, fomentando así su autonomía para levantarse por la noche al baño.
Fuente: VIX
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